Teratología
(del griego teratos, monstruo) es la ciencia que estudia las causas, mecanismos
y manifestaciones en el proceso de desarrollo patológico que se encuentran en
el momento del nacimiento. Un concepto fundamental en la teratología es que
ciertas etapas del desarrollo embrionario son más vulnerables frente a alteración
que otras. Hasta la década de 1940 se creía generalmente que los embriones
humanos estaban protegidos de agentes ambientales como fármacos y virus, por
sus membranas extraembrionarias-fetales (amnios y corion) y las paredes
abdominal y uterina de sus madres. En 1941 se refirieron los primero casos bien
documentados de alteraciones graves del desarrollo, como cataratas, causadas
por la presencia de un agente ambiental
(virus de la rubéola) en períodos críticos del desarrollo humano de los ojos,
el corazón y los oídos.
Defectos
congénitos, malformaciones congénitas y anomalías congénitas son sinónimos que
se utilizan para describir los trastornos estructurales, de la conducta,
funcionales y metabólicos que ya se encuentran en el momento del nacimiento. Las
causas de las anomalías congénitas se dividen con frecuencia en:
Factores
genéticos, como las anomalías cromosómicas.
Factores
ambientales, como los fármacos y virus.
Sin
embargo, numerosas anomalías congénitas comunes son producidas por la acción
conjunta de factores genéticos y ambientales, la herencia multifactorial.
Alrededor
de 70% de las manifestaciones son de origen desconocido, 20% se relaciona con
mutaciones genéticas, 7 a 8% con aberraciones cromosómicas y se sabe que menos
del 3% se debe a teratógenos comprobados. Un teratógeno se define como un
agente exógeno (radiaciones, sustancias químicas, agentes biológicos,
deficiencias nutricionales y otros factores ambientales) o endógeno
(metabolitos producidos en exceso por la madre el feto o ambos) que tienen la
capacidad de producir durante el desarrollo embrionario y fetal anomalías
congénitas o incrementar la incidencia de una anomalía en la población. Los
órganos y partes de un embrión son más sensibles frente a agentes teratogénicos
durante los periodos de diferenciación rápida. Dado que la diferenciación
bioquímica es anterior a la morfológica el periodo durante el cual las
estructuras son sensibles a la interferencia de teratógenos suele proceder a la
fase de su desarrollo visible en unos días. Los teratógenos no parecer causar
anomalías hasta que se ha comenzado la diferenciación celular; sin embargo, sus
acciones en etapas precoces pueden causar la muerte del embrión, por ejemplo,
durante las dos primeras semanas del desarrollo. En el esquema siguiente se muestran los periodos
críticos en el desarrollo prenatal del humano. Durante las dos primeras semanas
de desarrollo el embrión no suele ser susceptible a teratógenos; un teratógenos
daña todas o la mayor parte de las células, y causa la muerte del embrión, o
afecta solamente a unas cuantas células y permite que el concepto se recupere y
el embrión se desarrolle sin anomalías.
Principios de teratología
Los factores que determinan la
capacidad de un agente para provocar defectos congénitos fueron definidos y
presentados como los principios de teratología. Comprenden los siguientes:
I.
La
susceptibilidad a la teratogénesis depende del genotipo del producto de la
concepción y de cómo esta composición genética interactúa con el ambiente.
También es importante el genoma materno con respecto al metabolismo de la
droga, su resistencia a la infección y otros procesos bioquímicos y moleculares
que pueden incidir sobre el producto de la concepción.
II.
La susceptibilidad a los teratógenos varía
según la etapa de desarrollo en el momento de la exposición. El período más
sensible en la inducción de defectos congénitos es de la tercera a la octava
semanas de la gestación, es decir, el período de embriogénesis. Cada sistema orgánico puede tener una etapa o
más de susceptibilidad. Por ejemplo, la fisura de paladar puede producirse en
el período de blastocisto (día 6), durante la gastrulación (día 14) y en la
primera etapa de los esbozos de los miembros (quinta semana), o cuando se están
formando las crestas palatinas (séptima semana). Además, en tanto que la
mayoría de las anomalías se originan durante el período de embriogénesis, antes
o después de esta etapa pueden producirse defectos de manera que ningún período
de desarrollo es completamente seguro.
III.
Las manifestaciones de desarrollo anormal
dependen de la dosis y el tiempo de exposición a un teratógeno.
IV.
Los
teratógenos actúan de modos específicos (mecanismos) sobre las células y
tejidos en desarrollo para dar lugar a una embriogénesis anormal (patogenia). Los
mecanismos pueden afectar a los procesos moleculares o bioquímicos específicos;
la patogenia puede involucrar la muerte celular, la disminución de la
proliferación celular, u otros comportamientos celulares.
V.
Las
manifestaciones de desarrollo anormal son, además de la muerte, malformaciones,
retardo del crecimiento y trastornos funcionales.
A partir de entonces se han
identificado muchos agentes farmacológicos que son teratógenos como se ilustra
en la imagen siguiente:
Mecanismos de teratogénesis
El
proceso de teratogénesis puede resumirse por secuencia de tres etapas: causas,
mecanismos y manifestaciones. Las causas están presentes en todo el entorno y
actúan de manera directa e indirecta en las células germinales, embriones o
fetos, alterando uno o varios procesos básicos del desarrollo como las
migraciones de poblaciones celulares, el proceso de interacción celular que
desempeña una función fundamental en el desarrollo temprano, la organogénesis,
diferenciación celular y multiplicación celular. Los procesos de desarrollo de
se presentan ordenada y coordinadamente durante la embriogénesis de los
distintos órganos, pueden o no estar presentes de modo simultaneo y su grado de
participación varía en cada estadio del desarrollo. La regulación del crecimiento
celular asi como su especialización requiere de un sistema complejo de
interacciones intracelulares en combinación con varios factores extracelulares.
Intracelularmente la expresión de genes específicos es regulada por las
modificaciones postraduccionales del RNA mensajero para después codificar
proteínas específicas. Tales mecanismos representan sitios blanco de acción
para los teratógenos provocando anormalidades (patogénesis) que representan los
aspectos demostrables /manifestaciones) de la teratogénesis: interferencia
mitótica, alteración de la integridad del DNA y RNA, muerte celular, perdida de
interacciones celulares, impedimento del movimiento morfogenético y por ultimo
muerte intrauterina, malformación, retardo del crecimiento y deficiencias funcionales
(inhibición enzimática) o ambas.
Teratógenos en humanos
Estos
se pueden dividir en físicos, químicos, biológicos, enfermedades maternas y exposición
social.
Agentes
físicos
Radiación
La
radiación ionizante mata rápidamente las células que se encuentran
proliferando. Por ende es un potente teratógeno, que produce prácticamente todo
tipo de anomalía congénita dependiendo de la dosis y el estado de desarrollo
del producto de la concepción en el momento de la exposición. La radiación es
también un agente mutagénico, pudiendo derivar en alteraciones genéticas de las
células germinales y sus subsiguientes malformaciones. Se ha comprobado que una
dosis igual o mayor de 30 rads es suficiente para ejercer efecto teratogénicos
en humanos. Las radiaciones generan mutaciones de Novo en celular germinales y somáticas
alteraciones en la f ase m del ciclo celular por reducción del índice mitótico,
muerte celular, remplazo y retardo del crecimiento celular, así como la
fragmentación de cromosomas provocada por los cambios químicos en la molécula
de DNA. La radiación de alta energía como la luz UV, rayos X, rayos GMM,
protones, neutrones y otras partículas atómicas pueden causar rupturas
cromosómicas.
Hipertermia
Algunos
estudios retrospectivos en humanos sugieren que la fiebre en el primer
trimestre puede vincularse con defectos del tubo neural y síndromes
dismorficos. En humanos se recomiendas que las mujeres embarazadas utilicen
baño caliente a temperatura no mayor a 40° por más de 10 min durante el primer
trimestre de la gestación.
Agentes biológicos
Los agentes infecciosos que provocan
anomalías congénitas incluyen un cierto número de virus.
La rubéola es en general el principal problema, pero la
capacidad para detectar títulos de anticuerpos en el suero y el desarrollo de
una vacuna ha disminuido significativamente la incidencia de malformaciones
congénitas debidas a esta causa. En la actualidad, aproximadamente el 85% de
las mujeres son inmunes. La infección por el virus inhibe la multiplicación
celular normal, como consecuencia la organogénesis se altera causando
malformaciones cardiacas, oculares y del sistema nervioso central, comunes en una
embriopatía. Por otro lado una respuesta inmune inadecuada puede indicar muerte
celular, destrucción del tejido y alteraciones vasculares.
El citomegalovirus es una amenaza grave. A menudo, la
madre no presenta síntomas, pero los efectos sobre el feto pueden ser
devastadores. Con frecuencia la enfermedad es mortal cuando afecta al embrión o
al feto, pero en caso de que éste sobreviva, la meningoencefalitis causada por
este virus puede provocar retardo mental.
El citomegalovirus es capaz de inducir estas malformaciones mediante
mecanismos similares al del virus de la rubeola; mediante lisis celular y
respuesta inmune retardada.
Agentes
químicos
v Un ejemplo es
la talidomida, medicamento antiemético y somnífero. En 1961 se advirtió en
Alemania Occidental un aumento brusco de la frecuencia de amelia y meromelia
(falta total o parcial de las extremidades), anomalías hereditarias poco
frecuentes. Ello motivó que se estudiaran las historias prenatales de los
chicos afectados y se descubrió que muchas mujeres habían recibido talidomida
al comienzo del embarazo. Los mecanismo de la patogénesis de la talidomida y
sus efectos teratógenos se podrían explicar ya que ésta interacciona con el metabolismo del acido
fólico, así como interacciona con la síntesis de ácidos nucleídos puede causar
la supresión inmune e inhibición e la fosforilación oxidativa. Otros mecanismos
sugieren que la talidomida ejerce su acción primaria en el sistema nervioso
periférico, quizá por daño de la cresta neural.
v Otras drogas
con potencial teratogénico son: los anticonvulsivantes difenilhidantoína
(fenitoína), ácido valproico y trimetadiona, que usan las mujeres epilépticas.
Específicamente, trimetadiona y difenilhidantoína producen un amplio espectro
de anomalías que conforman diferentes patrones de dismorfogénesis conocidos
como los síndromes de la trimetadiona y de la hidantoína fetal. Las hendiduras
faciales son comunes en estos síndromes. El ácido valproico también causa
anomalías craneofaciales pero tiene una particular tendencia a provocar
defectos del tubo neural. El acido valproico altera el metabolismo de los
fosfatos, afectando, en consecuencia, el cierre normal del tubo neural y
favoreciendo así la aparición de la espina bífida lumbrosacra.
Enfermedades maternas
Diabetes
Las
alteraciones del metabolismo de los hidratos de carbono durante la gestación en
la madre diabética aumentan la frecuencia de mortinatos, muerte neonatal,
lactantes anormalmente grandes y malformaciones congénitas. El riesgo de
malformaciones congénitas en los hijos de mujeres diabéticas es de tres a
cuatro veces mayor que en la descendencia de mujeres no diabéticas, y se ha
comunicado hasta un 80% cuando la enfermedad de la madre había sido muy
prolongada. Se observaron diversas anomalías congénitas, incluyendo la
disgenesia caudal (sirenomelia). No se conocen con exactitud los factores que
ocasionan estas deformaciones, aun cuando algunas pruebas indican cierto papel
de la alteración de los niveles de glucosa y que la insulina no es
teratógenica. En este sentido parece que existe una relación importante entre la
gravedad y la duración de la enfermedad de la madre y la frecuencia de
malformaciones en el hijo. Asimismo, el control estricto del metabolismo
materno con insulinoterapia agresiva desde antes de la concepción, reduce la
tasa de anomalías congénitas. No obstante, este tratamiento aumenta la
frecuencia y gravedad de los episodios hipoglucémicos. Se ha demostrado por
medio de numerosos estudios en animales que durante las etapas de gastrulación y
neurulación, los embriones de mamíferos dependen de la glucosa como fuente de
energía, de modo que estos episodios de hipoglucemia, aunque sean breves, son
teratogénicos. En consecuencia se recomienda prudencia en el manejo de la mujer
diabética embarazada. En el caso de diabetes no insulinodependiente se pueden
emplear agentes hipoglucemiantes orales. Estos agentes incluyen las
sulfonilureas y las biguanidas, ambas consideradas teratógenicas.
Hipertensión
La
hipertensión arterial esencial materna se ha relacionado con una mayor
incidencia de problemas perinatales, como el retardo del crecimiento
intrauterino, desprendimiento prematuro de la placenta y sufrimiento fetal en
el tercer trimestre del embarazo. Un mecanismo propuesto para explicar la
etiología de esas alteraciones es la disminución del aporte de oxigeno al útero
provocando hipoxia en el feto por lo que su crecimiento es lento.
Exposición social
Existe una asociación bien documentada entre
la ingestión de alcohol en la madre y las anomalías congénitas del hijo. Estas
malformaciones, junto con el retardo mental y la falta de crecimiento, componen
el síndrome alcohólico fetal (SAF). Aun el consumo moderado de alcohol durante
el embarazo puede resultar perjudicial para el desarrollo del embrión. El sistema
nervioso central es particularmente sensible al alcohol, pudiendo, a partir de
la exposición a éste, generarse trastornos del desarrollo neural relacionados con
el alcohol. La incidencia del síndrome alcohólico fetal y de los trastornos del
desarrollo neural relacionados con el alcohol, en conjunto es de 1 en 100
nacidos vivos. Además, el alcohol es la principal causa de retardo mental. El
alcohol puede atravesar la placenta y entrar al sistema circulatorio fetal
provocando constricción de vasos sanguíneos e induciendo hipoxia fetal y
malnutrición. Con respecto a la cocaína, hay informes de que causa un número de
anomalías congénitas, probablemente debido a su acción como vasoconstrictor,
que lleva a la hipoxia. La cocaína es un
estimulante del sistema nervioso central, actúa como anestésico local y tiene
un marcado efecto vasoconstrictor. Diversos estudios sugieren un alto riesgo de
anomalías congénitas en el primer trimestre del embarazo provocando infarto en
el feto presumiblemente como resultado de la insuficiencia vascular,
perforación intestinal, alteraciones de la placenta y de las extremidades
inferiores, abortos espontáneos, partos prematuros, retardo de crecimiento
intrauterino y microcefalia.
EMBRIOPATÍAS ASOCIADAS AL USO DE MISOPROSTOL
El misoprostol es un análogo de la
prostaglandina E1, el cual inicialmente fue comercializado para la prevención y
tratamiento de úlceras gástricas. Actualmente su uso se ha ampliado al ámbito
gineco-obstétrico para lograr la maduración cervical y así inducir el trabajo
de parto o facilitar la extracción de restos embrionarios y también para la
interrupción temprana del embarazo. Categoría X en el embarazo.
Pese a ser un fármaco bastante efectivo en
terminar un embarazo, un 10-15% de las pacientes continúan con la gesta. Se han informado casos de anomalías
congénitas asociadas al uso de misoprostol como método abortivo fallido.
La artrogriposis múltiple congénita (AMC) se
define como una condición no progresiva, de causa desconocida, caracterizada
por la presencia de contracturas y deformidades articulares, debido a causas
miogénicas y neurogénicas, que se expresan principalmente como hipomotilidad o
acinesia fetal. Es una entidad infrecuente, estimándose una incidencia de 1 en
3000-10000 embarazos. No existe diferencia racial o asociada al sexo del feto y
sólo en 30% de los casos se encuentra una causa genética.
Dentro de las causas fetales se incluyen
alteraciones musculares, neurogénicas y/o del tejido conectivo, así como
limitaciones mecánicas al movimiento debido a oligohidroamnios, malformaciones
uterinas, bridas amnióticas, miomas uterinos, etc. Como causas maternas pueden
mencionarse las infecciosas, consumo de drogas como misoprostol u otras, trauma
y otras enfermedades maternas.
Por otro lado, el síndrome de Moebius (SM)
corresponde a una diplejia facial congénita no progresiva y restricción de
movimientos oculares laterales que se caracteriza por hipomimia, más evidente
en ojos y en la sonrisa. Generalmente se presenta en forma bilateral y puede
asociarse a parálisis de distintos nervios craneales (NC) como el oculomotor,
trigémino, glosofaríngeo y vago.
CASO CLÍNICO, EMBRIOPATÍAS ASOCIADAS AL USO DE MISOPROSTOL
Paciente de 22 años, primigesta, sin
antecedentes mórbidos de importancia. Es derivada cursando 26+3 semanas de
gestación al Centro de Referencia Perinatal Oriente (CERPO) desde un
Consultorio del Área Oriente de Santiago con
el diagnóstico de pie bot bilateral y manos en garra.
Reinterrogada la madre, refiere uso vaginal
de 3 comprimidos de misoprostol alrededor de las 8 semanas de gestación.
En CUERPO se realiza ecotomografía obstétrica
que confirma el diagnóstico de manos en garra y pie bot bilateral. Además se
diagnostica polihidroamnios (PHA) moderado y crecimiento adecuado para la edad gestacional.
La paciente se controla periódicamente con
ecotomografías obstétricas seriadas, sin cambios en el diagnóstico, asimismo
refirió escasos movimientos fetales durante todo el embarazo.
A las 32, 34+3 y 37 semanas de gestación se
realizó doppler obstétrico por diagnóstico de restricción del crecimiento
fetal, resultando siempre dentro de rangos normales. La ecocardiografía fetal a
las 29 semanas fue normal. El cariograma fetal efectuado de sangre fetal
obtenida por cordocentesis fue normal (46, XX). Durante el mismo procedimiento
se controla hemograma fetal.
A las 36 semanas de gestación, una
monitorización fetal es sugerente de hipoxia crítica fetal, por lo que se
decide interrupción del embarazo por cesárea, obteniéndose un recién nacido
pretérmino de sexo femenino, pequeño para la edad gestacional (RNPTPEG). En la
atención neonatal inmediata presenta asfixia perinatal severa (Apgar 2-5 al 1 y
5 minutos), y una fisura en U invertida de paladar blando. Se realiza conexión
inmediata a ventilación mecánica por no presentar actividad respiratoria. Peso:
1.685 g, talla: 42,5 cm, perímetro cefálico: 32,5 cm.
Al examen físico sin movimientos
respiratorios ni de extremidades, espontáneos y/o provocados. Con mirada fija,
ojos abiertos, fascie menuda con desproporción cráneo facial, trismus y fisura
del paladar. Destaca además la presencia de manos en “garra” (campodactilia)
con índices en extensión metacarpo-falángica proximal y flexión distal, pie
derecho en posición tálipe equinovaro no reductible y pie izquierdo sólo con
superposición de segundo ortejo sobre el primero.
Conclusión: cuadro clínico compatible con
síndrome de Moebius más artrogriposis.
A los 2 meses de vida continuaba con total
dependencia a ventilación mecánica y sólo esbozo de movimiento de extremidades.
A los 81 días de vida presenta deterioro respiratorio secundario a atelectasias
bilaterales y hemograma sugerente de infección, atribuíble a bronconeumonia
intrahospilataria, por lo que se trató 10 días con cloxacilina-amikacina, sin
identificación del germen.
Posteriormente evoluciona con atelectasias
fluctuantes. A los 95 días de vida presentó crisis convulsivas tónico clónicas.
Por su dependencia ventilatoria se traslada
al Hospital Luis Calvo Mackenna para realizar el estudio, falleciendo a los
pocos días por insuficiencia respiratoria.
El misoprostol, el principal mecanismo
propuesto hace referencia a las contracciones uterinas intensas y prolongadas
que generaría una reducción del flujo sanguíneo en ciertas áreas (por ejemplo:
nervios craneales) y la restricción del crecimiento y movimiento fetal
adecuado. En el caso de alteraciones de las extremidades, estas se generarían
por este mecanismo mixto. Por tanto, dichas contracciones pueden potencialmente
crear un trastorno vascular en la unidad feto-placentaria además de una
restricción espacial.
Carcinogénesis
Para un mejor entendimiento del tema,
es importante saber distinguir algunos términos como:
Neoplasia.- Crecimiento o proliferación anormal de
células que desemboca en la formación de un neoplasma.
Neoplasma.-
Masa anormal de tejido, cuyo
crecimiento está descoordinado con el de los tejidos normales.
Tumor.- Neoplasma
diferenciado (crecimiento excesivo) que puede ser benigno o maligno.
Cáncer.-
Tumor maligno capaz de invadir otros
órganos. (Por lo tanto es el crecimiento descontrolado de células anormales que
se han deformado o mutado de los tejidos normales).
CARCINOGÉNESIS (ONCOGÉNESIS)
Es el
proceso de inducción de neoplasias malignas o cancerosas por agentes físicos,
químicos o biológicos. Estos agentes capaces de favorecer el desarrollo de
distintos tipos de cáncer, se le conocen como carcinógenos o agentes
carcinogénicos.
Como
protección a daños en el genoma, la célula cuenta con distintos mecanismos
moleculares de defensa como:
§
La apoptosis, o muerte celular programada
§
Las
proteínas anticiclinas que “enlentecen” el ciclo celular y dan tiempo a
actuar a los mecanismos reparadores del genoma.
§
Las
proteínas del complejo NER (nucleotide-excisión-repair) también
denominadasMMR (mismatch repair genes) que localizan los sectores
dañados, enrrollan la hélice, excluyen el segmento de ADN afectado e incorporan
las secuencias correctas.
§ El acortamiento fisiológico de los telómeros.
Sin embargo, en
ocasiones estos procesos pueden verse afectados por carcinógenos y otros
procesos.
Para que
una célula normal se convierta en una célula maligna, se requieren varias
mutaciones en distintos genes, lo cual puede ocurrir durante mucho tiempo.
Incluso hasta años de estar expuesto a un agente carcinogénico.
Existen dos mecanismos por los cuales los
genes pueden alterarse:
a)
GENÉTICO:
Donde se producen
alteraciones estructurales del genoma por cambios en la disposición de los propios genes o bases.
b)
EPIGENÉTICO: Acciones moleculares que alteran a las enzimas o sustratos de las
mismas, como en la metilación de las bases. Donde una mayor cantidad de la
enzima metiltransferasa, que
inhibe la metilación, puede conducir a la mayor expresión de oncogenes. Esta enzima se encuentra
elevada en los tejidos tumorales.
A la vez dichas alteraciones pueden darse por:
§
Eventos endógenos como:
-
Errores en la replicación del ADN.
-
La inestabilidad intrínseca de ciertas bases del ADN.
-
El ataque de radicales libres generados durante el
metabolismo celular.
-
Translocaciones o Deleciones.
§
Eventos exógenos como:
-
Radiaciones ionizantes,
-
Radiaciones ultravioletas (UV)
-
Carcinógenos químicos
Durante esta
transformación hay una serie de procesos en los que se alteran los genes
implicados en el funcionamiento normal de la célula. Dando como resultado a la
activación de genes que estimulan la proliferación o la protección contra la
muerte celular (oncogenes) y en la
inactivación de genes que normalmente actuarían inhibiendo dicha proliferación (genes supresores de tumor).
Finalmente, una vez
superados los controles de nacimiento y muerte celular el proceso de malignidad
de la célula se "fija" cuando ésta es capaz de obtener suficiente
cantidad de oxígeno y nutrientes para mantener su rango de proliferación. Es
así que la célula maligna forma una nueva población de células anormales,
constituyendo el tumor.
La
alteración genética en las células provoca la modificación de los productos que
codificaría el gen normal. Dando origen a:
A)
Cánceres
heredables por mutaciones en uno o ambos alelos de las células germinales.
Se han
individualizado algunos genes cuyas mutaciones han demostrado ser de
predisposición familiar. Cómo los genes: BRCA1 y BRCA2 (cancer de mama).
B)
Cánceres
esporádicos, donde las alteraciones genéticas dependen de los mutágenos
ambientales (virus, radiaciones o sustancias químicas).
El 80% de
los cánceres esporádicos, se deben a exposición ambiental, esto debido a la
gran cantidad de carcinógenos químicos existentes, que actúan como inhibidores
o activadores de enzimas facilitando la acción de los carcinógenos, y los
distintos tipos de cánceres que promueven. Por ejemplo:
·
El
cigarrillo predispone al cáncer de pulmón y de vejiga.
·
Las
aminas aromáticas predisponen al cáncer de vejiga.
·
La
aflatoxina al cáncer de hígado.
·
El
benceno a las leucemias.
La carcinogénesis comprende tres etapas:
·
Inciación
·
Promoción
·
Progresión
Los elementos carcinógenos pueden actuar en estas etapas,
los que actúan en las tres se llaman carcinógenos completos. Los que no,
carcinógenos incompletos.
Proceso inicial de alteración de una célula a nivel del
genoma de la misma. En ella se implican por tres procesos fundamentales para la
célula: metabolismo, reparación del ADN y proliferación celular. La alteración
de cualquiera de estos tres procesos puede iniciar el proceso de la
carcinogénesis. El compuesto químico implicado en este proceso se le denomina
agente iniciador o carcinógeno incompleto y es aquel que sólo es capaz de
iniciar a las células. Estos agentes son muy escasos.
Algunos de los mecanismos moleculares y celulares
responsables de la iniciación de la carcinogénesis son: mutaciones en el genoma
como transiciones, pequeñas delecciones, mutaciones puntuales de protooncogenes
y/o oncogenes y mutaciones en genes implicados en la transducción de señales
celulares las cuales pueden producir alteraciones fenotípicas. Las
características morfológicas y biológicas de este proceso son: irreversible, la
célula afectada no se distingue morfológicamente de la célula normal, es
necesario que se produzca al menos un ciclo celular completo con división de la
misma para que se "fije" el daño inducido, la eficiencia del proceso
de iniciación puede ser modulada por agentes exógenos y/o hormonas endógenas.
Es de destacar que la aparición de células iniciadas puede
ser espontánea.
Los carcinógenos físicos están constituidos por las
radiaciones que dañana, ionizando las bases, deprimen el gen de la proteina
p53, pueden estimular citoquinas como la IL 1 y 6, que actúan como verdaderos
factores de crecimiento, facilitan la formación de radicales libres y pueden
lesionar el gen que codifica para el MHC, etc.
Las fuentes radiantes pueden surgir de la metodología
diagnóstica o terapéutica, como así también por exposición a los rayos solares
en forma persistente o por emanación de radón de los suelos.
Los carcinógenos químicos tienen como blanco preferencial al
nitrógeno de la guaninca (alquilantes, aminas aromáticas, nitrosaminas y grasas poliinsaturadas) produciendo
mutaciones irreversibles.
Se atribuyen efectos genotóxicos a los compuestos
policlorados contenidos en insecticidas y plaguicidas, así como también productos
de la manufactura de materiales eléctricos.
Los carcinógenos virales actúan introduciendo sus propias
oncoproteinas al genoma de la célula afectada con lo que la misma cambiará su
código normal, por el que le imponen los oncogenes virales. Tal es el caso del
papiloma virus humano, del Epstein Bar y de las hepatitis B y C.
Los principales virus oncogénicos son los retrovirus. Son
virus con envoltura que presentan un genoma de ARN monocatenario de cara y se
replican de manera inusual a través de una forma intermedia de ADN bicatenario.
Este proceso se lleva a cabo mediante una enzima: la retrotranscriptasa o
transcriptasa inversa, que dirige la síntesis de ADN a través de ARN y posee
una importancia extraordinaria en la manipulación genética. Una vez se ha
pasado de ARN monocatenario a ADN se inserta dentro del ADN propio de la célula
infectada donde se comporta como un gen más
Los oncogenes virales se ubican generalmente en las
proximidades de protooncogenes o de oncogenes supresores, activando a los primeros
y desactivando a los segundos.
El agente promotor se define como aquel compuesto químico
capaz de causar la expansión selectiva de las células iniciadas. Los agentes
promotores producen una alteración en la transducción de señales celulares. Por
lo tanto, su mecanismo de acción reside en una alteración de la expresión
génica mediada a través de receptores específicos.
Algunos mecanismos moleculares y celulares de esta etapa
son: no hay alteraciones estructurales directas en el ADN y es reversible tanto
a nivel de la expresión genética como a nivel celular. Algunas características
morfológicas y biológicas de este proceso son: la continuidad del estado de
promoción en una población celular depende de la administración continuada del
agente promotor, la eficiencia de esta etapa es sensible a la edad de la
célula, a factores de la dieta y hormonales, agentes promotores endógenos
pueden producir una promoción espontánea.
Los factores de crecimiento (FC), son péptidos producidos
por las mismas células o por las vecinas y actúan como facilitadores de la
mitosis incorporando en fase S, a algunas células que se encuentran en fase G0
o G1 prolongada.
Los receptores de membrana, son compuestos glucoproteicos,
que se unen a los factores de crecimiento y transmiten los mensajes
proliferativos por intermedio de sus conexiones transmembrana. Algunas veces,
la sobreexpresión de éstos receptores los hace autoinducibles es decir, que se
encuentran en acción permanente aún en ausencia del factor de crecimiento.
La progresión implica la capacidad de invadir tejidos
vecinos o a distancia, por parte de la célula tumoral maligna. Esa capacidad
está codificada también en los genes de la misma con modificaciones
estructurales y funcionales.
El agente progresor es aquel compuesto químico capaz de
convertir una célula iniciada o en estado de promoción en una célula
potencialmente maligna.
Las características morfológicas y biológicas de esta etapa
son: irreversible, se distingue morfológicamente la alteración en la estructura
genómica celular reflejada por inestabilidad cariotípica. Esta última es la
característica molecular de esta etapa. Los mecanismos implicados son: la
inestabilidad cariotípica es múltiple e incluye la alteración en el aparato
mitótico, trastorno en la función de los telómeros, hipometilación del ADN,
recombinación, amplificación y transposición génica.
El estado de progresión se puede desarrollar a partir de
células en estado de promoción o bien directamente a partir de células normales
como resultado de la administración de dosis relativamente altas (dosis
citotóxicas) de agentes carcinógenos completos.
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