Los
errores innatos del metabolismo se definen como un grupo de enfermedades
hereditarias caracterizadas por la ausencia o disminución de la acción de una
enzima o un cofactor específico o de un proceso de transporte. También llamados metabolopatía congénita, son
una serie de trastornos genéticos poco comunes en los cuales el organismo es
incapaz de convertir los alimentos ingeridos en energía de manera apropiada.
Dichos trastornos son originados generalmente por defectos en proteínas
específicas, es decir enzimas, que ayudan a metabolizar o descomponer partes
del alimento.
En la actualidad se conocen
alrededor de 500 errores innatos del metabolismo, los cuales se clasifican en
función de la vía metabólica que se encuentra alterada, de la función de la enzima
afectada, de las sustancias relacionadas con ella o del órgano celular
implicado en la vía metabólica. Los errores innatos del metabolismo se
clasifican en tres grupos principales:
Grupo I: Defecto en la
síntesis o catabolismo de moléculas complejas.
Aquí se incluyen las enfermedades
que afectan la producción o degradación de moléculas complejas como serían
todos los componentes de membranas celulares o tejidos. Esta condición se
caracteriza por ser progresiva y permanente y no depende de la dieta ni de
procesos intercurrentes. Usualmente son las enfermedades de los lisosomas o
peroxisomas, y suelen afectar al hígado, bazo, riñón, corazón, músculo
esquelético y SNC.
Grupo II: Acumulo de
sustancias tóxicas.
Incluye EIM que conducen a una
acumulación de compuestos tóxicos. En esta clasificación de metabolopatías
puede ocurrir una intoxicación aguda con efectos nocivos sobre el hígado,
vómitos, convulsiones y coma. También, provoca un progesivo retraso psicomotor
y miocardiopatías. A este grupo
pertenecen los trastornos en el metabolismo de algunos aminoácidos, trastornos
del metabolismo de los carbohidratos y trastornos del ciclo de la urea.
Grupo III: Defectos en
la producción y utilización de energía.
En este caso el organismo no dispone
de la energía necesaria para su funcionamiento normal, apareciendo un fallo
multiorgánico general, afectando frecuentemente al corazón, hígado, músculo
estriado y sistema nervioso central.
Las EIM son afecciones genéticas
individualmente raras pero colectivamente numerosas. El número de enfermedades
metabólicas. La incidencia varía entre las diferentes razas; por ejemplo, la
fibrosis quística tiene una incidencia de 1 entre 1600 recién nacidos vivos
europeos, la anemia de células falciformes ocurre en 1 de cada 600 nacidos
vivos de padres africanos y la enfermedad de Tay Sachs es de 1 entre 3,500
nacidos vivos judíos de Ashkenazi. Algunos otros ejemplos comunes son la
fenilcetouria con 1/12.000, la enfermedad de la orina de jarabe de acre con
1/250.000, la homocistinuria con 1/250.000, la tirosemia 1/150.000, el
hipotiroidismo con 1/4.000, la galactosemia con 1/50.000, el déficit de
biotidinasa con 1/350.000, entre otros.
Fisiopatología
La fisiopatología de los EIM es muy
diversa debido a la gran cantidad de categorías existentes y al propio gran
numero de enfermedades en cada categoría. Aun así podemos dividir su origen en
errores en la síntesis, transporte o de receptores.
Síntesis:
El déficit en la
síntesis de moléculas complejas como enzimas de manera generalizada el equilibrio corporal.
Transporte:
Las enfermedades por
alteraciones del transporte y procesamiento intracelular como la Cistinosis o
la hipercolesterolemia son causadas por una acumulación de productos en una
sola región (riñón o cornea en el caso de la cistinosis)
Receptores:
En el caso de
ausencia o mal funcionamiento de los receptores celulares, ciertas sustancias
se verán obstaculizadas para poder pasar al medio intracelular ocasionando un
déficit que puede conducir a diversos trastornos.
Signos
y síntomas
Enfermedades
silentes: los EIM de
esta categoría no causan signos y síntomas de riesgo vital durante el periodo
de lactante, pero se manifiestan posteriormente al principio de la infancia con
retraso mental y del desarrollo. Este grupo incluye a la PKU y al
hipotiroidismo.
Enfermedades
que se manifiestan con encefalopatía metabólica aguda: En este grupo se encuentran las
enfermedades del ciclo de la urea, las acidemias orgánicas y las
aminoacidurias. Estas enfermedades pueden presentarse con trastornos
metabólicos ocasionados por el acúmulo de precursores o metabolitos, que se
manifiestan precozmente durante el periodo neonatal con una mala alimentación,
letargia, vómitos persistentes, convulsiones, hipotonía, apnea, dificultad
respiratoria, taquipnea y taquicardia. Estas características se atribuyen al
efecto toxico de los metabolitos en el sistema nervioso central.
Enfermedades
que se manifiestan con una acidosis metabólica: En este grupo se incluyen las
acidemias orgánicas. Estos recientes nacidos presentan una acidosis metabólica
grave con un aumento del desequilibrio anionico unido a la elevación de los
ácidos orgánicos específicos del defecto o lactato.
Enfermedades
que se manifiestan con una hiperamonemia: Muchos recién nacidos con defectos en el ciclo de la
urea, acidemias orgánicas e hiperamonemia transitoria del recién nacido (HATRN) presentan una encefalopatía metabólica
e hiperamonemia.
Enfermedades
que se manifiestan posteriormente en la infancia: En este grupo de EIM se encuentran las
enfermedades de depósito de lisosomas, enfermedad de Tay-Sachs, enfermedad de
Gaucher y leucodistrofia metacromatica. Estas enfermedades habitualmente se
manifiestan con un deterioro neurológico progresivo.
DIAGNOSTICO
La mayoría de los errores
innatos del metabolismo se manifiesta con la edad pediátrica, desde las
primeras horas de vida y hasta la adolescencia, con signos y síntomas similares
a otras patologías, no reconocerlas conduce a séquelas importantes siendo las
más frecuentes: desnutrición, convulsiones y retardo mental. La prevención de
estas secuelas con un diagnóstico oportuno es un gran desafío.
Debe mantenerse un alto índice de sospecha de EIM, porque la
sintomatología de estas enfermedades con frecuencia no es específica, y puede
dar lugar a la búsqueda de otras enfermedades. La presentación clínica de los
EIM puede subclasificarse en unas pocas categorías muy amplias.
*Enfermedades de inicio precoz.
*Enfermedades que se manifiestan posterior a la infancia.
La presentación clínica debe hacer sospechar un EIM. Deben buscarse
detalles en la historia clínica,
como antecedentes familiares, enfermedades similares en parientes cercanos o
lejanos y/o alguna muerte que se produjera durante el período neonatal. Debe
preguntarse por síntomas relacionados con alimentación, como el momento de
aparición de los mismos y la relación con un tipo específico de alimentos, el
patrón clínico de los vómitos, la letargia y los cambios conductuales.
Los signos de la exploración
física, como la hepatoesplenomegalia, las lesiones dérmicas y las
deficiencias neurológicas, deben guiar las pruebas complementarias iniciales.
En niños que pueden estar gravemente enfermos es importante hacer el diagnostico diferencial y descartar las
opciones del mismo en el contexto clínico específico.
Pruebas de laboratorio: recomendamos
por lo tanto siempre tomar muestras de sangre, orina y en tarjeta de papel
filtro cuando exista la sospecha de un error innato del metabolismo.
Sangre
*Hemograma completo
*Panel metabólico:
.Función hepática y renal
.Electrolitos
.Ácido úrico
.Amoniaco sérico
.Gases arteriales
Orina
-Básico de orina
-pH
-Color
-Olor
-Cuerpos cetónicos
-Sustancias reductoras en orina
Otras pruebas complementarias bioquímicas
deben decidirse en función de la historia, de a presentación clínica, de los
resultados de las pruebas de laboratorio preliminares y de la sospecha de un
EIM específico.
Sangre o
plasma
Cuantificación
de aminoácidos
Lactato
Aldolasa,
creatino cinasa
Perfil de
acetil carnitina
Perfil lipídico
Orina
Cuantificación
de aminoácidos
Ácidos
orgánicos
Mioglobina
Pruebas de
imagen
RM:
cerebro
Ecocardiograma
Biopsia
Muscular
Cutánea
Estudios
genéticos
Según
indicación específica
TRATAMIENTO
Es necesario
que los clínicos estén familiarizados con los síntomas y signos más comunes en
los errores innatos del metabolismo, para poder iniciar oportunamente el
tratamiento.
Antes de que se haga un diagnóstico definitivo de un EIM específico
deben implementarse unas medidas terapéuticas generales. Entre estas
intervenciones se encuentra suspender toda ingesta oral hasta que se realicen
algunas investigaciones específicas y se establezcan algunas pautas,
preferiblemente tras la interconsulta con el especialista en metabolopatías. En
la mayoría de los casos puede iniciarse la administración intravenosa de suero
glucosado mixto tras una adecuada hidratación con salino fisiológico. También
puede ser necesario corregir la acidosis con bicarbonato
.
Medidas terapéuticas
específicas
Las opciones terapéuticas específicas son particulares de cada
enfermedad y se instituyen cuando se diagnostica un EIM concreto. Estas medidas
se orientan hacia el problema específico del defecto subyacente particular. En
la figura 1 se representan los abordajes subyacentes a las estrategias
terapéuticas de varios EIM.
La evolución clínica del niño depende de múltiples factores. Entre
estos se encuentran la gravedad del defecto metabólico subyacente, la habilidad
para hacer un diagnóstico precoz, la disponibilidad de diferentes opciones
terapéuticas adecuadas y la correcta administración de las medidas
terapéuticas. En función de todas estas variables, algunos EIM tienen un
pronóstico relativamente mejor que otros. Muchos de estos niños tienen vidas
más largas, pero muchos pueden tener un riesgo mayor de desarrollar
deficiencias neurologías progresivas, trastornos del aprendizaje y retraso
mental. Un estudio realizado para evaluar la respuesta al tratamiento en los
EIM mostró una mejoría de los parámetros
clínicos en aproximadamente la mitad de los pacientes con trastornos
metabólicos.
CASO CLÍNICO
Enfermedad de la orina olor a jarabe de arce.
Niña recién nacida. 1er hijo de padres primos hermanos.
Alta al 3er día con lactancia materna.
6to día: rechazo alimentario e irritabilidad
7mo día: deposiciones líquidas.
Examen físico: mal estado general, deshidratación.
Diagnóstico: sepsis enteral
Inicio de tratamiento: ampicilina – gentamicina
11º día (4 día de hospitalización)
-Desaturación O2 50%
-Requiere de ventilación
mecánica por bronconeumonía aspirativa severa
17º día (10 días hospitalización)
-Hipotonía alterada con
episodios de hipertonía
18º día
-Aminoacidemia: leucina
aumentada
-Cuantificación de aminoácidos:
.Leucina: 1090 umol/l
(47-155)
.Aumento de isoleucina y
valina
DIAGNÓSTICO: Enfermedad de la
orina olor a jarabe de arce.
Es un trastorno del metabolismo transmitido de padres a hijos, en el
cual el cuerpo no puede descomponer ciertas partes de proteínas. La orina en
las personas con esta enfermedad puede oler a jarabe de arce.
La
enfermedad de la orina con olor a jarabe de arce (EOOJA) es causada por una
anomalía genética. Las personas con esta afección no pueden metabolizar los aminoácidos leucina, isoleucina y valina, lo cual
lleva a una acumulación de estos químicos en la sangre.
En su forma
más grave, esta enfermedad puede dañar el cerebro durante momentos de estrés
físico (como infección, fiebre o no consumir alimentos por un tiempo prolongado).
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